04/04/10
La impotencia de las palabras no me ha dejado dormir. He perdido la noción del tiempo pero sé que aún es temprano. Así como sé que tú sigues despierta en el cuarto de al lado...
A unos cuantos metros se ha escuchado música sin parar, música nostálgica como si algo te hiciera mal.
Mi otro ángel duerme como tal aún habiéndolo despertado hace unos instantes.
Entonces de nuevo el insomnio nos rodea sólo a ti y a mi...
La mañana es fría y mi corazón late al compás de un viejo reloj ... (tic-tac-tic...) desesperante al principio pero la única melodía acompañante ahora.
Si comienzo a pensar en la situación...al final la noche es lo único que me acompañará siempre.
... Últimamente mi otro yo se ha perdido y me ha dado la necesidad de extrañarte, cosa que no implica menos que pensarte, mirarte, recordarte...
Al parecer te preocupa que lo haga y lo entiendo; aún me da miedo tenerte delante.
Pero, por puro egoísmo ¡Me haces bien!
No te preocupes es lo único que pido. Sólo será un instante lo prometo.
...
No nos hemos perdonado ¿no es cierto?...
No me extrañaría encontrar una larga respuesta a eso... aunque sé que no la darás.
Por mi parte es cierto; Aún no perdono tu ausencia.
Sigo detestando cada instante sin un CONTIGO y con un TÚ.
Sigo detestando tu silencio amando tus palabras.
Admiro tu valor.
Y entonces...
Ahora sabes que me ha dejado atada.
("ausencia, Ausencia, AUSENCIA...")
Sí. Odio todo tipo de ausencia. Principalmente la mía!!!
[...]
Me había prometido no mencionarte y (mierda) madrugadas como esta te plasman en la mente como sanguijuela.
Diría que sanguijuela en el buen sentido de la palabra, pero no existe ese lado bueno.
