Todas las noches tus fotografías inducen a la imaginaciòn de lo absurdo.
Me había acostumbrado a soñarte y depertar riendo o sabiendo que todo pasaría,despertar sabiendo que mis alucinaciones no eran más que el cinismo de mi inconsciente percibiendo lo que no es. Pero soñarte diciendo adiós... eso fue una realidad absoluta y la tortura más eterna que he sentido. La verdad es que todo el día me la ha pasado recordándote, hoy con mayor intensidad a diferencia de otros, y escribo mientras me decido a hablarte con la ventana de conversación abierta; sé que no contestarías si lo hago, pero el insomnio parece insistir en la idea de retenerte con vida.
Me había acostumbrado a soñarte y depertar riendo o sabiendo que todo pasaría,despertar sabiendo que mis alucinaciones no eran más que el cinismo de mi inconsciente percibiendo lo que no es. Pero soñarte diciendo adiós... eso fue una realidad absoluta y la tortura más eterna que he sentido. La verdad es que todo el día me la ha pasado recordándote, hoy con mayor intensidad a diferencia de otros, y escribo mientras me decido a hablarte con la ventana de conversación abierta; sé que no contestarías si lo hago, pero el insomnio parece insistir en la idea de retenerte con vida.
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