Me gusta que tu recuerdo se escriba entre las noches porque sòlo de esa forma puedo leerte una y dos veces al dìa siguiente, como esperando que las letras tomen vida propia y se arranquen de las lìneas que las encarcelan.
Si en la memoria no existieras, simplemente no podrìa gritarle a la luna, por ser tu amiga y ocultarte, en el sueño indeseado que te convierte en pròfugo de mis abrazos.
Me gusta soñarte porque sòlo de esa forma puedo recordarte por las noches y escribirte, esperando que las tintas se vuelvan viento y los susurros hagan eco hasta repetir tu nombre.
Porque la poesía, es otra forma de ver el mundo; esa, en la que se coloca un pájaro dentro de la boca del estómago, que revolotea, en el mismo sitio donde hay ácidos y sustancias comunes.
domingo, 24 de julio de 2011
martes, 19 de julio de 2011
19 de Julio 2011
Todas las noches tus fotografías inducen a la imaginaciòn de lo absurdo.
Me había acostumbrado a soñarte y depertar riendo o sabiendo que todo pasaría,despertar sabiendo que mis alucinaciones no eran más que el cinismo de mi inconsciente percibiendo lo que no es. Pero soñarte diciendo adiós... eso fue una realidad absoluta y la tortura más eterna que he sentido. La verdad es que todo el día me la ha pasado recordándote, hoy con mayor intensidad a diferencia de otros, y escribo mientras me decido a hablarte con la ventana de conversación abierta; sé que no contestarías si lo hago, pero el insomnio parece insistir en la idea de retenerte con vida.
Me había acostumbrado a soñarte y depertar riendo o sabiendo que todo pasaría,despertar sabiendo que mis alucinaciones no eran más que el cinismo de mi inconsciente percibiendo lo que no es. Pero soñarte diciendo adiós... eso fue una realidad absoluta y la tortura más eterna que he sentido. La verdad es que todo el día me la ha pasado recordándote, hoy con mayor intensidad a diferencia de otros, y escribo mientras me decido a hablarte con la ventana de conversación abierta; sé que no contestarías si lo hago, pero el insomnio parece insistir en la idea de retenerte con vida.
jueves, 14 de julio de 2011
Nada sin ella.
En el cielo y entre los silencios,
el tiempo transcurre en mi mente
como un azar, sin pautas.
Ella revive de un sueño inmortal
y yo la miro recorriendo la inmensidad.
Su luz permite distinguir el tono turbio de la noche
donde las sombras deliran fácilmente entre los árboles,
se infiltran en la tierra y bailan con el viento.
Desciende la temperatura,
mi cuerpo permanece inmóvil,
el cansancio lo vence.
(Ella no permirtirá que te vayas lejos,
ella más que nadie sabe mis secretos...)
el tiempo transcurre en mi mente
como un azar, sin pautas.
Ella revive de un sueño inmortal
y yo la miro recorriendo la inmensidad.
Su luz permite distinguir el tono turbio de la noche
donde las sombras deliran fácilmente entre los árboles,
se infiltran en la tierra y bailan con el viento.
Desciende la temperatura,
mi cuerpo permanece inmóvil,
el cansancio lo vence.
(Ella no permirtirá que te vayas lejos,
ella más que nadie sabe mis secretos...)
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