Deja ya de insistir;
la respuesta ha sido tuya
desde la primer mirada.
Todo fuese tan sencillo
como eso, como decir sí,
sí, esta tarde hagamos el amor...
Hacer el amor,
no, desnudarnos,
entregarnos a la pasión,
tan sólo eso.
Pero si hemos permanecido desnudos
desde el momento aquel
en que nuestros sueños
quisieron ser eternos cómplices.
Y te escribo,
neciamente te escribo,
como queriendo no quererte,
y que por el contrario tú...
Todo fuese tan sencillo
como eso, como decir sí.
No me sueltes,
no me consumas,
no dejes que caiga
en un abismo interminable;
no dejes que caiga en ti.
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